miércoles, 30 de mayo de 2018

¡Pío!, al mundo, La oveja negra, y ¿otros? Parte 1.

Esta entrada está dedicada a dar algunos datos sobre mis proyectos, es la primera parte.
No esperes algo muy interesante, aunque si me quieres seguir la pista, esta entrada es un buen sitio para comenzar. 

¡Pío!, al mundo. 

¡Pío, pío pío y más pío!
Este es quizá el favorito de todos, varias personas me han comentado que, con sólo escuchar el nombre del blog, ¡Pío!, al mundo, ya le agarran cariño. Es el primero de mis blogs, dedicado a la divulgación científica, o al menos eso intento. Y por bastante, el más popular y leído de entre todos. 
Los inicios de este proyecto se dieron en una noche tranquila, una donde fui presa del insomnio y de la más dulce de las inspiraciones, una que fue diferente a todas las anteriores, pues el insomnio es algo frecuente en mi vida, pero no dedicaba las noches en vela a escribir como ocurrió el 26 de noviembre del 2016.

Aquella noche me sentía terriblemente mal, eran días fatales y mi humor estaba por los suelos, no salía del departamento donde solía vivir y a pesar de que lo intentaba no llegaba lejos (literalmente); tras una serie de eventos que me dejaron más desanimado que nunca como la muerte de un buen amigo y un constante dolor por una lesión en la columna vertebral que no me permitía ni respirar sin quejarme, lo más cotidiano era que no pudiese conciliar el sueño. Esa noche la pase sentado en un sillón frente a mi computadora sin nada que hacer ni ganas de nada, quería dormir y no podía, y tampoco quería molestar a mi novia que dormía profundamente.

Sin otra cosa que hacer me dediqué a leer hasta llegar a un reportaje en el que se anunciaban buenas noticias para el caso del tucán Grecia, notas sobre la popularidad que estaba teniendo Pokémon y otra nota dedicada a uno de sus nuevos personajes inspirado en un tucán para sus videojuegos Pokémon Sun y Pokémon Moon, me parecieron demasiadas coincidencias y decidí escribir una pequeña nota sobre tucanes.

Si bien, me considero un usuario medianamente activo de Internet y me gusta debatir sobre ciencia y tecnología, aunque algunas personas me buscan más para discutir sobre religión, ateísmo o política, nunca me había planteado dedicar tiempo a escribir, aunque varios amigos me comentaban que no era mala idea que lo hiciera. Por decidía y falta de tiempo no lo hice hasta que escribí esa nota; la cual pocas personas leyeron, pero a la mayoría les gustó comentando que parecía sacada de algún libro o revista de ciencia. Lo que me inspiró a crear este primer blog y esa pequeña nota se convirtió en la primera entrada después de hacerle algunas modificaciones. Meses después decidí escribir sobre cada una de las especies de tucanes al darme cuenta de que el blog se veía muy simplón con una sola entrada. 

El nombre del blog se lo debe a dos razones.
La primera es muy sencilla: mi fascinación por las aves, sin dejar atrás a la Paleontología y al paleoarte que terminaron por enseñarme que las aves son los dinosaurios modernos, ambas las tengo desde antes de aprender a leer; si a eso le sumamos que he escrito mucho sobre aves, le queda de maravilla el nombre.

La segunda es una vieja historia y una frase exclamada por uno de los peores profesores que he tenido en un curso al que me había inscrito cuando tenía 11 años, quien alegaba que el Wi-Fi (que apenas se hacía conocer) era un error que terminaría afectando la salud de sus usuarios y lo ideal era utilizar cables toda la vida. Fue mi primer encuentro con la creencia irracional conocida como electrosensibilidad o hipersensibilidad electromagnética sin reconocerla; en esos días no sabía de la existencia del pánico de algunos a las ondas utilizadas en radios, televisores, microondas y teléfonos celulares, en ese entonces no me importaba que hubiera gente aterrada de estas cosas.
También fue la primera vez que se me ocurrió preguntar por las referencias de lo que alguien explicaba, lo hice para pedirle a mi padre más tarde que me explicara si era cierto, mis compañeros (la mayoría mayores) también siguieron con mi pregunta y el profesor molestó nos pidió que nos calláramos y nos llamó: idiotas que no dejan de piar y que no respetan a sus mayores.
Le dí poca importancia al asunto, no volví al curso y, por lo que más tarde me enteré, mis compañeros tampoco. Desde ese día no dejo de piar, y un poco de lo segundo cuando se comportan como imbéciles, “no respetar a mis mayores”. 

La oveja negra.

La oveja negra es mi segundo blog en sumarse a mi proyecto de divulgación, uno que nace entre tragedias. Durante el 2017 México sufrió varios desastres naturales, siendo los más recordados los sismos ocurridos el 7 y 19 de septiembre con epicentros en Chiapas y Puebla, respectivamente.
Aquellos días fueron bastante difíciles para muchísimas personas, muchos tuvieron pérdidas que difícilmente van a recuperar o que nunca lo harán, y las consecuencias de estos eventos aún se hacen presentes. Esos días me tocó observar dos eventos impresionantes: la unión y solidaridad con los afectados, y la estupidez e irracionalidad de varios hijos de puta. Esos días no me basto con denunciar bulos y mentiras en redes sociales y en persona, a desmentir cadenas de WhatsApp o demostrar la estupidez de aquellos que decían poder predecir sismos, algo que no se puede hacer hasta la fecha ni con la tecnología más avanzada.

Su origen es más sencillo, este blog es el resultado de mi hartazgo y repulsión a los charlatanes y las creencias irracionales, en él luce mi singular estilo de romper el silencio, junto a otro que pocas personas me conocen, el de saber humillar a los idiotas. Aunque la mayoría me conoce por ser callado y serio, también por lo anterior, siendo algo usual que me digan cosas como “casi no hablas, pero cuando lo haces das en el clavo”.
Su nombre se encuentra inspirado en dos cosas: la peculiar caricatura de “las personas que piensan diferente al rebaño” en la que muchos me han metido, también por las mismas críticas que hago y seguiré haciendo a aquellos que se sienten identificados con esta caricatura, pero que terminan cayendo en ideas irracionales o absurdas; y en un peluche que compre hace un par de años que me recordó esta clásica etiqueta mientras buscaba un nombre que fuese acorde a la temática y estilo de las entradas.

Esto mismo hace ver a La oveja negra como la cara opuesta de ¡Pío!, al mundo, pero hacía falta algo más. 

Desconciertos & claroscuros.

Ya tenía las caras opuestas, lo que podría catalogar como mis extremos ideales: ser educativo y amable o ser crítico y duro. Pero nada en la vida está representado por dos colores, dos formas, dos respuestas o dos elecciones, siempre hay más. Y así me sentía con el espacio que estaba proporcionando a mis ideas.
Este es mi tercer blog, justamente donde está publicada esta entrada (por si aún no te percatas de su nombre), nace de mi capricho y necesidad por tener un espacio personal, uno donde pueda expresarme más libremente con la justificación de que son ideas que van y vienen sin pies ni cabeza. Uno donde puede llegar a percibirse aspectos que pocos o nadie reconocían en mí, donde escribo sin intentos de marear a otros o quitarles el mareo, sino demostrar que yo también me puedo marear y que quizá vivo así por mí misma culpa. Su nombre es una expresión de las dudas, emociones y curiosidad que me acompañan en mi día a día.
No puedo prometer que este blog llevé un buen contenido, y siendo sinceros ni siquiera lo recomiendo a otros, pues se trata de mi bitácora de reflexiones y dolores de cabeza. Aunque tratare de llenarlo de cosas que a otros agrade como opiniones y críticas de libros, películas y lo que venga que no tenga el calibre para ser publicado en La oveja negra, algo que explico mejor aquí.
Por lo que sólo te invito a leerlo si quieres conocer un poco más de mí, sin prometer que lo logres, o si te interesa lo que leo y veo, aunque seguro hay quienes tengan opiniones mucho mejores.

¡No ignores tu curiosidad! Da clic aquí para leer la segunda parte.

Esta entrada fue escrita para festejar el crecimiento de la página de Facebook Dr. Pío & Oveja. Hace unas semanas éramos menos de 70 personas, ahora somos poco más de 500 y cada vez son más y más los nuevos seguidores. Deseo que esto crezca, que cada vez seamos más, más lectores nuevos por aquí y con ellos nuevos textos. Si te agrada lo que escribo y comparto recomienda las páginas y blogs, si sabes o crees saber cómo apoyarme envíame un mensaje privado en la página de Facebook o déjame un comentario para contactarte, te lo agradeceré muchísimo.

Muchas gracias por acompañarme y leerme.
Alfredo Maldonado Hernández, Pío.

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